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Cuando El Sabor Se Encuentra Con El Aroma

A diferencia de los perfumistas, los cocineros pasan la mayor parte de su tiempo pensando en combinaciones de sabores, no de olores. El olor se produce en la cocina, el sabor en la mesa. Pero el sabor es en realidad inseparable del olor, como comprobamos al hablar con los chefs de los restaurantes parisinos favoritos de Olivier Creed sobre la relación de olor y ingredientes. Igual que los perfumitas en Creed, los cocineros valoran la sinergia entre los distintos sentidos y comparten pasión por buscar los mejores ingredientes que dejen una impresión duradera.
"El 80% de lo que saboreamos no procede de lo que ocurre en la boca, sino de lo que ocurre en la nariz."
Para comprobarlo, basta con apretar las fosas nasales con los dedos al probar un alimento; por muy dulce que sea la fresa, por muy intenso que sea el ajo tostado, la sensación gustativa disminuye notablemente cuando se elimina el olor de la ecuación.

¿Cuántos Sabores Podemos Degustar Realmente?

Thomas Finger, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado-Denver, afirma que no hay duda de que la sensación de sabor es en realidad una combinación de sabor y olor. Esto aumenta en gran medida el sentido del gusto, que de otro modo se limitaría a cinco sabores diferentes en la lengua: salado, dulce, amargo, ácido y umami. Masticar la comida es sólo una de las formas en que experimentamos la sensación del olor; la otra se conoce como olfacción ortonasal y ocurre cuando olfateamos activamente algo. Por tanto, nuestro sentido del olfato desempeña un papel importante en la complejidad de nuestra experiencia con la comida, mucho más de lo que se suele imaginar.

Los Cinco Sentidos Influyen En Cómo Disfrutamos De La Comida

La presentación desempeña un papel muy importante en nuestro disfrute de la comida y de la gastronomía en particular. Un estudio demostró que cuando se presentaba a la gente un plato de comida dispuesto como un cuadro de Kandinsky, los comensales preferían ese aspecto antes de comerlo. También dijeron que estarían dispuestos a pagar más por él, y lo calificaron como más sabroso que los otros dos platos, aunque los elementos fueran los mismos.

De hecho, Heston Blumenthal, aclamado chef británico y pionero de la «gastronomía molecular», señala que la experiencia gustativa se ve influida por todos y cada uno de los sentidos, incluido el oído. Entre sus creaciones culinarias se encuentra El sonido del mar, que une un delicioso y complejo plato de ostras con una grabación de sonidos ambientales tomados de la costa para realzar el sabor del plato. También realizó una prueba en una sala llena de invitados a quienes se les ofrecieron dos raciones idénticas de su famoso helado de huevos y beicon, cada una de ellas acompañada por sonidos bien de beicon chisporroteante o bien de cacareos de pollo. Los participantes determinaron que el primero de ellos tenía un sabor más pronunciado a beicon.

Cómo Colisionan El Sabor Y El Aroma

Para muchos, el perfume, la comida y el arte tienen un lugar en el mismo lienzo creativo: el propio Olivier Creed utiliza ingredientes culinarios mundialmente conocidos, como la vainilla, el clavo y el limón en sus fragancias, mientras que su primer amor fue la pintura, de la que sigue disfrutando hasta hoy. Olivier Creed se enorgullece de buscar los mejores ingredientes de todo el mundo para utilizarlos en cada una de las fragancias de Creed y de envolver cada fragancia en los mejores frascos de cristal, lo que da como resultado no sólo una experiencia olfativa, sino un completo deleite sensorial artesanal. Todo esto es, tal vez, es un rodeo para decir que si quieres disfrutar de una comida que reúna todos los requisitos en cuanto a sabor, olor, arte, ambiente, es decir, en definitiva el paquete completo, deberías preguntar a un perfumista. Así que lo hicimos. Aquí están los tres restaurantes favoritos de Olivier en París; te recomendamos que los apuntes para tu próxima visita a esta querida ciudad europea (y asegúrate de reservar con antelación).
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Adorado por: Su dedicación a las bondades de la madre naturaleza. El menú de Alain Passard, con tres estrellas Michelin, es una oda a las delicias de la tierra.

Arpège
Dónde encontrarlo 84 Rue de Varemme, 75507 París

«Aquí, el menú está muy orientado a las verduras y hortalizas, y es absolutamente delicioso», afirma Olivier. «Además, el servicio es sobresaliente». Está claro que Monsieur Creed no es el primero en caer rendido ante el hechizo botánico de Alain Passard y su restaurante de tres estrellas Michelin en las proximidades de Les Invalides. El legendario chef francés deja claro en su página web que pretende «elevar una humilde verdura a la categoría de un grand cru». Y está claro que va en serio. Passard, un rôtisseur de carnes de fama mundial, tuvo una epifanía a principios de los años 2000, cuando se dio cuenta de que nunca les había dado a los productos de su jardín el respeto que se merecían. En la actualidad, los frutos de las labores ecológicas de su equipo ocupan el lugar preferente en Arpège y han dado lugar a platos exquisitos como el tartar de verduras de Passard, en el que la ternera se sustituye por remolacha. Sin embargo, la carne sigue desempeñando un papel importante, y es posiblemente la fusión de las pasiones nuevas y antiguas del chef la que hace que sus creaciones sean tan inolvidables.

Como es natural, las estaciones también juegan un rol en el menú. «No cocino igual una berenjena en verano que un colinabo en invierno», explica Passard a medida que le siguen lloviendo los reconocimientos: según la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo, Arpège es el mejor lugar para comer en toda Francia. Passard está tan fascinado por los manjares de la Madre Naturaleza que sueña con que otros sigan sus pasos para plantar sus propios jardines de verduras y hortalizas. «Hay muchísima creatividad en la cocina del jardín», insiste.

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Chef Éric Fréchon
Adorado por: Es una cena de primera clase en una animada brasserie de lujo de dos plantas en uno de los barrios más elegantes de París.

114 Faubourg
Dónde encontrarlo 114 Rue du Faubourg Saint-Honoré, 75008 París

El chef Éric Fréchon (fotografiado en la página siguiente) cuenta con 277 000 seguidores en Instagram, donde prácticamente todos los días sube una imagen de un suculento plato o una vibrante cocina durante el proceso de preparación. Su público responde con fervor con emojis de corazones, aplausos o caras salivando; personas de todo el mundo han sucumbido al hechizo de este chef con cuatro estrellas Michelin y su toque mágico con la comida.

«Fréchon es, sencillamente, el mejor chef que hay», afirma Olivier, que destaca el 114 Faubourg, uno de los dos restaurantes que regenta Fréchon en el emblemático hotel Le Bristol, como uno de sus favoritos de París. En realidad, es en Epicure, el exclusivo restaurante de Fréchon situado junto al 114 Faubourg, donde los comensales pueden vivir una experiencia única de «cena-teatro» (por la majestuosa cifra de 1080 euros por un deleite gastronómico de siete platos para dos personas); sin embargo, una fascinación semejante emana de 114 Faubourg, una elegante brasserie de luxeun poco más amable con el bolsillo y que, según algunos, ofrece una experiencia igual de estimulante para las papilas gustativas. En un ambiente distinguido pero relajado, los comensales escrutan con expectación la vibrante cocina abierta y se deleitan con manjares como el suculento cangrejo real y el tartar de ternera cortado a mano de Fréchon.

El condecorado chef está al frente de 114 Faubourg desde su apertura en 2009 y su entusiasmo por los ingredientes locales y de temporada garantiza un auténtico festín para los sentidos. El pan se ha convertido en su más reciente pasión: tras haber conocido al maestro panadero Roland Feuillas, que muele el trigo más exquisito para preparar lo que él denomina «pan vivo», Fréchon ha seguido sus pasos y ahora crea su propia harina fresca en un molino que gira debajo de Le Bristol.

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Rotonde restaurant interior
Adorado por: Su clásico ambiente parisino: una institución que lleva más de 100 años sirviendo a artistas, pensadores y políticos.

Rotonde
Dónde encontrarlo 105 Boulevard du Montparnasse, 75006 París

«La Rotonde no es un establecimiento de lujo», rezaba un artículo de Vanity Fair sobre la decisión de Emmanuel Macron de celebrar su victoria en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2017 en este local. Y puede que tenga razón. Tan brillante como una pista de aterrizaje en el aeropuerto Charles de Gaulle por la noche, un lugar algo ruidoso para observar a los transeúntes en la intersección de los bulevares Raspail y Montparnasse durante el día, a primera vista es difícil adivinar por qué La Rotonde se ha ganado un lugar tan especial en los corazones de los parisinos. Para Olivier, parte de su encanto radica en que es aquí donde se sirve «el mejor rodaballo de París»; pero ofrece mucho más que eso.

La seductora atmósfera de camaradería de La Rotonde, entre un remolino de enseres de color carmesí, lámparas colgantes y latón pulido, lleva atrayendo a todo tipo de público desde su inauguración en 1911; por sus mesas han pasado desde pintores como Modigliani y Picasso hasta autores como F. Scott Fitzgerald o compositores como George Gershwin. Los artistas más hambrientos a veces pagaban con una pintura.

Un incendio presuntamente provocado a principios de 2020 sacudió a los carismáticos Serge y Gérard Tafanel, dos hermanos de Auvernia que llevan mucho tiempo a cargo del establecimiento, pero el espíritu de La Rotonde es inalterable. El restaurante sigue recibiendo a comensales en busca de una auténtica ración de historia culinaria parisina desde las 7:30 de la mañana hasta la madrugada. A todos ellos les atraen las ostras frescas de Arcachon, los caracoles de Borgoña con mantequilla de ajo y el cordero de Lozère, sin olvidar, por supuesto, el mejor rodaballo de la ciudad.

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Este artículo es un extracto de la segunda edición del libro de Creed.