AVENTUS FOR HER

Pioneras audaces, osadas pero orgullosamente femeninas: las poderosas mujeres a las que House of Creed ha tenido el placer de atender a lo largo de sus 260 años de historia son una inspiración realmente extraordinaria. Aventus For Her, la contraparte femenina de la legendaria fragancia masculina Aventus, captura en un frasco el espíritu de esta extraordinaria clientela y celebra la visión, la pasión y la fuerza tanto de las mujeres del pasado como del presente. Cuando Olivier Creed, junto con su hijo Erwin, se puso como objetivo la creación de Aventus For Her en 2016, contempló la historia de la sastrería de la marca y la poderosa clientela femenina a la que atendieron sus ancestros. Cinco años después del lanzamiento del perfume femenino de House of Creed más exitoso de todos los tiempos, revisitamos la inspiración de Olivier Creed detrás de Aventus For Her y la visión que dio vida a la fragancia más vendida de Creed.

La amazona moderna

La interacción entre la emancipación femenina y la ropa está perfectamente reflejada en la historia del hábito de montar, una prenda en la que los sempiternos cánones sociales fueron cediendo sutilmente ante las nuevas perspectivas. Se trata de una parte de la historia de Creed que sirvió de inspiración a Olivier Creed para crear Aventus For Her. Para celebrar este extraordinario aspecto del pasado de Creed, hemos pedido a los diseñadores Matthew Cunnington y John Sanderson que extraigan elementos de los atuendos ecuestres del pasado y los utilicen como inspiración para sus propias creaciones modernas y deconstruidas. Las siluetas fuertes, elegantes y orgullosamente femeninas que han surgido de este trabajo son verdaderamente extraordinarias. La artesanía experta puesta a disposición del rendimiento ecuestre se funde a la perfección con prendas atrevidas de alta costura. El diseño refleja con fidelidad el blanco y el negro del traje de amazona, pero lo eleva con toques de rojo militar. Resulta imposible no imaginar que contaría con el beneplácito de Eugenia, la emperatriz indómita.

Historia de la confección

Los distinguidos gustos de mujeres poderosas y sofisticadas desempeñan un papel fundamental en el presente y en el futuro de House of Creed, pero también han marcado su pasado de forma notable. Henry Creed, fundador de House of Creed, se especializó en la confección de ropa de ocio para la élite y se distinguió rápidamente entre los fashionistas del siglo XIX por coser a mano prendas para algunas de las personalidades más prominentes de la realeza de la época. Fue a petición de la emperatriz Eugenia de Francia que Henry Creed trasladó su negocio a París a mediados de la década de 1850, con el fin de poder atender mejor a esta gran dama de la moda y la alta sociedad, que no solo marcó tendencias de estilo, sino que fue una pionera de la liberación de la mujer. Cuando Henry Creed comenzó a diseñar hábitos de montar para la flor y la nata de Londres y París, apenas podía imaginar el papel que estaba desempeñando en un movimiento tan importante de la historia de las mujeres. Al atender a clientas tan ilustres, Creed también contribuyó a fomentar la emancipación de la mujer con la incorporación de elementos de confección masculina al vestidor femenino por primera vez en la historia, lo que sentó las bases para la revolucionaria inclusión del pantalón en la moda femenina.

La fuerza del hábito

El hábito de montar, cuyo nombre procede del término antiguo francés abit («ropa»), designa el atuendo que las aristócratas llevaban al montar sobre una silla lateral. Esta prenda especializada adoptó multitud de formas a lo largo de los años, según la moda de cada momento. Sin embargo, fueron la impresionante forma física y el espíritu asertivo de la emperatriz Eugenia los elementos que inspiraron la creación de su iteración más notable: el traje de amazona.

Este atuendo, de confección impecable, desafió los límites del género mucho más que cualquier otro estilo previo, con influencias claramente masculinas entre las que cabe destacar los colores oscuros, la sastrería de hombre y el uso de materiales asociados normalmente con los trajes y no con la ropa de dama. Estas elecciones estilísticas eran prácticas y permitían a las amazonas desplegar sus auténticas habilidades, libres de faldas aparatosas o acabados delicados.

Una sed de liberación impulsó estos aires de desarrollo y empoderamiento que no tardaron en convertirse en una llama que ardía en los corazones de mujeres de todo el mundo. En la década de 1890, se abrían nuevos horizontes para las mujeres: podían trabajar, explorar inquietudes intelectuales y hacer deporte. Las mujeres querían salir a hacer senderismo, andar en bicicleta, practicar tiro o jugar al tenis, y necesitaban prendas apropiadas para estas actividades. Gracias a la evolución anterior del hábito de montar, los sastres se vieron preparados para dar un salto tremendamente significativo: por fin, el pantalón para mujer hizo su entrada en el mundo de la moda.

Colgar el hábito

El diseño del traje de amazona, unión entre lo femenino y lo masculino, entre la belleza y la practicidad, captura a la perfección la habilidad de las mujeres contemporáneas para desplegar su atractivo sin tener que verse obstaculizadas en el desempeño de sus actividades. No resulta sorprendente que el traje de amazona sentara las bases de un paso tan importante, ya que ofreció a las mujeres que acabarían convirtiéndose en las feministas del siglo XX un canal de autoexpresión no solo a través de la moda, sino también a través del empoderamiento físico del deporte.

A medida que la percepción de la feminidad fue cambiando entre finales del siglo XIX y principios del XX, impulsada por la moda y la confección y reflejada a su vez en ellas, también evolucionó el estilo de los perfumes. Durante la era victoriana, las fragancias intensas solían asociarse a las «mujeres perdidas», por lo que no estaban bien vistas; se preferían las fragancias más sutiles, especialmente las que evocaban una flor específica como la rosa o la violeta, a modo de reflejo de la fragilidad ornamental de su usuaria. Tal vez sea este el motivo por el que era tan popular que sastres como Creed perfumaran ligeramente las prendas; al hacerlo, el tejido aromatizaba delicadamente el aire, a diferencia de la intensidad tan íntima que suponía una fragancia avivada en la piel desnuda. Sin embargo, a medida que fue creciendo la libertad de las mujeres, muchas de ellas se dieron cuenta de que no querían oler o ser vistas como flores delicadas; estaban ansiosas por expresar su autonomía recién descubierta con el lenguaje de fragancias más audaces, andróginas y sensuales.

AVENTUS FOR HER

La ambición, la independencia y el aplomo inquebrantable de las mujeres de esta época, sublimadas por el talento para la moda y el estilo, son cualidades absolutamente emblemáticas. Con esta irresistible inspiración, House of Creed lanzó en 2016 un homenaje no solo a las mujeres visionarias del siglo XIX, sino también a las mujeres modernas y sus ansias de vivir, con la opulenta y sensual fragancia Aventus For Her.

"En 2016, lanzamos Aventus For Her como contraparte del legendario perfume Aventus. Nos llevó tres años crear una fragancia a la altura de su homóloga masculina, capaz de encarnar plenamente el espíritu de las mujeres poderosas del pasado, del presente y del futuro"- Olivier Creed, maestro perfumista.

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